1. Cuando bebes, el alcohol es absorbido en su mayoría a través de las paredes de tu intestino delgado, y se dispersa por tu cuerpo a través de tu sangre.
La rapidez con la que se absorbe depende de cuánto bebas y de si has comido o no.
2. Algo de alcohol llegará a tu cerebro.
Y afectará los neurotransmisores - el glutamato y el GABA - que las células de tu cerebro usan para comunicarse.
3. La comunicación entre tus neuronas se vuelve más lenta. Así que te das menos cuenta de lo que está sucediendo a tu alrededor.
No estoy borracho. Sólo te miro borroso.
4. Tus pensamientos se vuelven más claros y precisos, gracias a un aumento en el neurotransmisor GABA.
El amor no existe.
5. Así que piensas con bastante claridad, acerca de muy poco. Lo que probablemente lleva a…
- ¿Acabamos de convertirnos en mejores amigos? - ¡Sip!
6. Empezar a no articular bien tus palabras y tener problemas con el equilibrio, la coordinación y la atención.
7. Terminarás olvidando tus aventuras de borracho al día siguiente.
Ah, sobreviví. Excelente. Me encanta cuando hago eso.
Lo cual puede o no ser lo mejor.
8. Y por supuesto tus habilidades para tomar decisiones no están a la altura en este momento.
Ese es un plan terrible y autodestructivo, y te apoyamos en un cien por ciento.
9. ¡Pero no todo es malo! Beber un poco antes de ir a la cama ha demostrado que ayuda a dormir más rápido, e incrementa el sueño profundo en la primera mitad de la noche.
Así es. Al diablo con la conciencia, eso es lo que digo.
10. Aunque eso implica que tu sueño sea más ligero y que te despiertes con más frecuencia durante la segunda mitad de la noche.
Ahh. Temprano. Malo.
11. ¿Y al día siguiente? AHH, RESACA.
No quiero hacer nada, me estoy muriendo.
La deshidratación, el rechazo al
alcohol y las toxinas creadas cuando tu hígado descompone el alcohol son
los responsables de que te sientas como basura después de una noche de
farra.
12. Cuando bebes, tu cuerpo elimina más fluidos que de costumbre, de ahí la deshidratación (y las enormes colas para ir al baño en las discotecas y festivales).
13. El alcohol hace que los vasos sanguíneos se dilaten. Hola, dolores de cabeza.
También irrita la pared de tu estomago. Puaj.
14. El alcohol que bebes se descompone en tu hígado, creando una toxina llamada acetaldehído. Si manejas el ritmo al que bebes, el acetaldehído se descompone prácticamente de inmediato.
Con la ayuda de dos sustancias químicas: la acetaldehído deshidrogenasa y el glutatión. ¡Un hurra para ellos!
15. Si bebes demasiado, tu cuerpo no puede procesar el acetaldehído, así que se acumula. Lo que te lleva a esto.
QUIERO MORIRME EN ESTE MISMO INSTANTE.
Dolores de cabeza, náusea y vómitos, oh por Dios.
16. La buenas noticia es que hay algunas cosas que puedes hacer para aliviar la resaca. Primero, asegúrate de mantenerte hidratado.
Un vaso de agua por cada bebida de
alcohol es una buena regla. Si no puedes hacer eso, al menos tómate un
vaso de agua antes de irte a dormir.
17. Las bebidas más oscuras como el whisky contienen más toxinas conocidas como congéneres, subproductos de la fermentación, lo que te provocará una resaca más fuerte. Mejor quédate con el vodka.
18. Puede que tu nivel de azúcar esté bajo, así que come un buen desayuno a la mañana siguiente.
19. Y mejor todavía, come algo antes de empezar a beber.
Las grasas ayudarán a ralentizar la absorción de alcohol.
20. Tomarte otro trago aliviará los síntomas a corto plazo, pero lo que realmente estás haciendo es aplazar lo inevitable.
Y tu eventual resaca probablemente será peor, porque te estás deshidratando aún más y dándole a tu hígado más trabajo.
Así que si todavía tomas un poco de más de vez en cuando…
Al menos ahora sabrás exactamente por qué te sientes así después de todo.
NO ME ARREPIENTO DE NADA
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Muy buen tema
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